Nutrición infantil

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¿Estará tomando suficiente calcio? ¿hierro? ¿como controlar las grasas o los azúcares? Mil y una preguntas nos surgen respecto a la alimentación de nuestros hijos. Es en los tres primeros años de vida que es cuando se adquieren los hábitos alimenticios saludables y cuando el niño se acostumbra a comer de todo o no.

En Xicotets estamos concienciados de cuan importante es este tema tanto para el crecimiento físico como intelectual de nuestros pequeños, por eso el próximo viernes hablaremos con los profesionales de Nurtalab en nuestro centro de Campolivar.

Desde la experiencia, os dejamos 5 tips básicos para que en casa os resulte más sencillo que vuestros peques coman variado y saludable.

1- Practicidad. Es cierto que cocinar saludable puede llevarnos algo más de tiempo, por eso, cuando vayas a cocinar por ejemplo, verduras, haz de más y congela para siguientes veces.

2- Costumbre. Si el peque tiene cada día para merendar un bollo industrial, será muy difícil que un día meriende una manzana, ya que se habrá acostumbrado al sabor y a los azúcares de la bollería y la manzana le resultará ‘sosa’ en comparación. La fruta para la merienda o almuerzo es una buenísima opción y fácil de llevar si salimos de paseo.

3- El ejemplo. Como sabéis, vuestros hijos os imitan en muchas cosas. Si ven que todos los ‘mayores’ de la casa toman espinacas, probablemente, él las querrá también.

4- Alimentos ‘premio’. Todos en algún momento hemos dado una chuche o chocolatina a modo de recompensa cuando han hecho algo bien. No pasa nada, pero hemos de tener cuidado para que no perciban las grasas trans como un premio y la fruta/verdura como castigo o algo negativo.

5- Atención a las cantidades. Puede ser que tendamos a poner cantidades de comida muy superior a la que nuestro peque necesita. Si esto sucede, además de estar sobrealimentándolo, es probable que termine aborreciendo ese alimento en cuestión. Consultad con el pediatra o con especialistas en nutrición infantil cuál es al cantidad que necesita según la edad, él os orientará mejor que nadie si tenéis dudas.

 

 

Alimentos para primavera

¡Llegó la primavera! Para muchos de nosotros (adultos y también niños), estas primeras semanas de la estación vienen con más cansancio de lo normal, podemos sentirnos más débiles o apáticos. Estos síntomas, conocidos como ‘Astenia primaveral’ son bastante frecuentes dado que nuestro organismo necesita adaptarse a los cambios de temperatura, luz y características ambientales específicas de la primavera. Hoy os dejamos algunas recomendaciones de alimentos propios de esta estación  para reforzar nuestra energía y la de nuestros peques.

– Frutas: fresas, cerezas, piña, pomelo o nísperos. Es una temporada estupenda para la fruta más apetecible, ¡aprovechad! Nos aportan antioxidantes, vitaminas (sobretodo del grupo C y A), minerales y azúcares naturales.

– Verduras: alcachofas, habas, espárragos, acelgas y la lechuga están más ricas y mejor de precio que en todo el año.

Aunque los siguientes alimentos no son concretamente ‘primaverales’, se recomiendan consumir porque también ayudan a combatir la astenia: legumbres (alto contenido en hierro y fibra), carnes y pescados ricos en Omega 3, calcio y vitaminas como el pescado azul, cordero, bacalao, pavo, etc.

Es conveniente que prestemos especial cuidado a la forma de cocinar: intentad no usar muchas salsas pesadas o mantequillas. Y atención a los alimentos prefabricados que nos restan energía (bollería industrial, golosinas, etc.).

¡Ñam, ñam! ¡Vamos a devorar esta primavera que seguro que llega deliciosa! 😉

Recetas de otoño que encantarán a los más peques

En Xicotets estamos explorando el otoño desde el desarrollo sensorial: tacto (texturas), olfato (olores propios de este estación), vista (colores y objetos), oído (escuchamos sonidos de lluvia, hojas secas…) y también con el gusto. Hay alimentos propios de esta temporada que están deliciosos y no los encontramos fácilmente durante el resto del año: castañas, granada, calabaza, setas, caquis…

En otoño necesitamos una dosis extra de energía para afrontar los cambios que nos anuncian que llega el invierno. Hoy os proponemos 3 recetas muy sencillas y originales con algunos de estos ingredientes para aprovechar todos sus nutrientes. ¡Os van a encantar tanto a mayores como a los peques!

Si queréis, otro día os pasamos postres y dulces de otoño 😉

 

 

 

¿Cuando y cómo empezar con la fruta y verdura a nuestros bebés?

Después de la leche (alrededor de los 6 meses), la fruta y la verdura es de los primeros alimentos que introducimos en la dieta de nuestros bebés. Algunos peques se acostumbran de forma sencilla y a otros les cuesta un poco más de tiempo (y de esfuerzo por parte de los papis!) adaptarse a ellos.

Por lo general, es más sencillo que admitan la fruta por su sabor dulce. Y con la verdura suele costar un poquito más.

Hemos de saber que casi desde el 4º mes de embarazo, nuestro bebé ya comienza a distinguir, a través del líquido amniotico, los sabores que nosotras comemos. Con lo cual, es más fácil que, si durante la gestación hemos ido comiendo de forma regular ciertas verduras, les resulte menos extraño ingerirlos por sí mismos luego.

Del mismo modo que con la fruta, las verduras que suelen comerse mejor, son las más dulces: zanahoria, batata, calabaza…

Otro truco para que se familiarice cada vez más con las verduras es la textura: al principio tritúrala lo máximo posible para que la textura les resulte agradable y sencilla de tragar. Poco a poco y según vaya admitiendo el puré, ves triturándolas cada vez menos para que empiece a acostumbrarse a texturas más gruesas.

Si los primeros días rechaza los purés, no os pongáis nerviosos. Los bebés detectan cualquier estado de ánimo de sus papis y relacionarán el ‘momento puré’ a algo desagradable y puede que le cueste más tiempo. Si no hay forma de que tome nada, guárdalo y al día siguiente o en la siguiente toma, inténtalo de nuevo. Como ya sabréis, toda distracción es de mucha ayuda: juguetitos, cantar canciones…

Recuerda que no es recomendable (ni necesario) añadir azúcar o sal a las papillas. La fruta y la verdura ya las contienen de forma natural y solo estaríamos acostumbrando el paladar de nuestro bebé a sabores demasiado dulces o demasiado salados.

Y sobretodo, no te preocupes si al principio no come más que un par de cucharadas. Seguramente tendrás que completar la toma con leche, ya que la cantidad que habrá ingerido será insuficiente. Lo importante es que de forma progresiva vaya comiendo cada día un poquito más hasta que ya no sea necesario darle leche.

¡Mucha paciencia que solo son unos días hasta que se acostumbren!